El aviso más serio de la Guardia Civil por lo que está pasando con las tarjetas de crédito en España
El skimming es una técnica cada vez más utilizada por los delincuentes
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Las tarjetas de crédito y débito, junto con el dinero en efectivo, son los métodos más utilizados para realizar pagos, razón por la cual se han convertido en una herramienta muy utilizada por los delincuentes para perpetrar las diferentes modalidades de estafa. Por este motivo, el uso de tarjetas puede conllevar varios riesgos que podrían resultar en la pérdida de dinero, tal y como advierte la Guardia Civil. Los delitos relacionados con tarjetas de crédito y débito son cada vez más frecuentes, e incluyen desde el robo de datos hasta el uso fraudulento de estos medios de pago, así como estafas en Internet. En este contexto, la Guardia Civil colabora estrechamente con entidades bancarias y empresas tecnológicas para identificar y desmantelar estas estafas. El skimming, conocido como «hojear» en español, es una técnica donde se colocan dispositivos en cajeros automáticos o terminales de pago para capturar información de tarjetas, tanto de la banda magnética como del chip. Estos dispositivos suelen manipularse para clonar los datos de la tarjeta y registrar los códigos de seguridad a través de sensores colocados estratégicamente para capturar las pulsaciones de teclas. ¿Cómo evitar el skimming? Es fundamental actuar con discreción y cautela al sacar dinero en cajeros automáticos o al pagar en comercios. Asimismo, cuando uses un cajero en un lugar concurrido, cubre el teclado con la otra mano al introducir el PIN y, como precaución adicional, toca todas las teclas. Algunos delincuentes utilizan tecnologías como luces ultravioleta para detectar huellas dactilares en el teclado y descifrar la clave.
La Guardia Civil advierte de las estafas con tarjetas de crédito
Además, es fundamental revisar regularmente los movientos bancarios y mantener las notificaciones activadas. De esta manera, se puede detectar de inmediato cualquier transacción sospechosa y tomar las medidas correspondientes. Los delincuentes a menudo realizan cargos mínimos que pueden pasar desapercibidos si no se revisan.
Finalmente, confía en tu instinto y utiliza el sentido común. Evita zonas oscuras y solitarias al utilizar cajeros automáticos, y comprueba que no haya signos de manipulación cerca del dispositivo, como restos de adhesivo o marcas visibles.
La prevención es clave
La prevalencia de fraudes con tarjetas de crédito es una preocupación constante, llevando a la Guardia Civil a realizar numerosas campañas de concienciación para educar a la población sobre prácticas de seguridad que puedan prevenir estas estafas.
Entre los consejos proporcionados se incluye la importancia de no compartir datos personales, utilizar siempre autenticación de dos factores y monitorear regularmente los movimientos bancarios. Estas medidas son fundamentales para reducir el riesgo de convertirse en víctima de fraude con tarjetas de crédito o débito.
Además, un consejo crucial compartido por los expertos en delitos telemáticos es mantener siempre visible la tarjeta al realizar pagos. Éste simple acto puede prevenir que los delincuentes copien o clonen la información de la banda magnética en apenas segundos, evitando así transacciones fraudulentas.
La recomendación de la Guardia Civil es clara: nunca perder de vista la tarjeta al efectuar pagos. En situaciones donde el terminal de pago no esté accesible o visible, se aconseja solicitar un lector móvil para realizar la transacción de manera segura.
Tipos de fraudes
El fraude con tarjetas de crédito constituye una forma de delito financiero, involucrando el uso no autorizado de la información de una tarjeta para realizar compras o obtener fondos sin el consentimiento del titular.
Una de las modalidades más comunes es el robo de tarjetas de crédito. Este tipo de fraude ocurre cuando un delincuente obtiene físicamente la tarjeta de otra persona, ya sea mediante robo o pérdida inadvertida. Una vez en posesión de la tarjeta, el estafador la utiliza para realizar compras no autorizadas hasta que el titular reporta su desaparición y procede a desactivarla.
Otro método frecuente es el fraude de tarjeta no presente (CNP). Aquí, los estafadores obtienen información crucial de la tarjeta, como el número, la fecha de vencimiento o el CVV, para llevar a cabo transacciones en Internet, por teléfono o por correo sin tener la tarjeta física en su poder. Esta información se puede adquirir a través de filtraciones de datos o técnicas de phishing, entre otros métodos de obtención ilícita.
El fraude por usurpación de cuentas implica el acceso no autorizado a una cuenta existente de tarjeta de crédito, generalmente obtenido mediante técnicas de phishing o robo de identidad. Una vez dentro, el estafador puede modificar la información de contacto asociada a la cuenta, agregar usuarios autorizados falsos o incluso solicitar la emisión de una nueva tarjeta que utilizará para realizar compras fraudulentas.
Finalmente, el fraude de solicitud ocurre cuando un delincuente utiliza datos personales robados o falsificados para solicitar una nueva tarjeta de crédito. Una vez obtenida, la tarjeta es utilizada para realizar transacciones no autorizadas, dejando a la víctima enfrentando las consecuencias económicas de la actividad fraudulenta.